
Agbogbloshie, uno de los vertederos ilegales de basura electrónica más grandes del mundo. Así lo describe Jelena Bosnjakovic, una joven italiana que estuvo allí el pasado julio para realizar un trabajo académico sobre esta forma de contaminación moderna. “Hay personas, incluidos menores, que trabajan allí y queman todo el tiempo la basura para recuperar los materiales valiosos o los objetos que se podrían reutilizar. Viven de eso”
La mayoría de los residuos que se acumulan en estas áreas proceden ilegalmente de Estados Unidos, Europa y China. Muchos contienen materiales químicos peligrosos, sacados de las profundidades de la Tierra y utilizados en la fabricación de móviles y otros dispositivos. La contaminación derivada afecta al medio ambiente y a los habitantes de aquellos sitios: esos vertidos pueden dejar huellas en su sangre, según demuestra una serie de estudios científicos publicados en 2017 por investigadores de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria. Los efectos para la salud de estas sustancias son desconocidos todavía.

En los años 2015 y 2016 el país africano importó cerca de 60.000 toneladas de aparatos electrónicos usados, de las cuales unas 41.500 toneladas -el 70 por ciento- se transportaron en automóviles de segunda mano.
Estos productos electrónicos contienen sustancias y materiales químicos peligrosos que suponen serias amenazas tanto para las personas como para el medio ambiente, como altos niveles de plomo tóxico, cadmio, sustancias químicas como los ftalatos DEHP y DBP (que interfieren en la reproducción) o dioxinas cloradas que están relacionadas con el cáncer.
A esto hay que sumarle, que este tipo de residuos acaban en países con poca o nula legislación sobre reciclaje o gestión de residuos
En este punto la reflexión esta clara: hay que acabar con la OBSOLESCENCIA PROGRAMADA.

La bombilla del parque de bomberos de Livermore (California) funciona desde 1901
Una nevera tenía una vida útil de 10 años, ahora ronda los 4 años. ¿Qué está pasando?
Para muestra este artículo de El EspañolT donde advierten que el que te vendió la tele o la lavadora sabe perfectamente cuando se te va a estropear.
Puede que esto sea un pelín exagerado, pero deja clara la sensación que nos deja la obsolescencia programada.
La economía circular propone una alternativa, crear productos fáciles de reparar, de reciclar y con materiales reutilizables. De esta forma reduciremos el volumen de residuos generados por aparatos y productos que fallan. Así se conseguiría reducir tanto la entrada de los materiales como la producción de desechos que somos incapaces de gestionar.
Mientras se cumple esta «utopía» podemos pensar en otras alternativas, Japón lo lleva a cabo
Las medallas de Tokio 2020 serán de oro y plata… extraídos de teléfonos antiguos .

Más de 50 toneladas de antiguos dispositivos electrónicos ya han sido recolectadas en Japón para la fabricación de las medallas que serán otorgadas a los atletas vencedores de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
El proyecto llevado a cabo por el comité organizador del evento deportivo prevé utilizar los metales presentes en aparatos como teléfonos móviles y ordenadores para fabricar 5.000 medallas de oro, plata y bronce.
Y….NUESTRA PROPUESTA.…trofeos, medallas y todas las piezas que puedas imaginar, realizadas con materiales reciclados y sostenibles, es increíble la durabilidad del cartón reciclado. ¡COMPROBADO!

¿Y si todos pusiéramos nuestro granito de arena?